El Palacio de Lecumberri
El Palacio Negro (historias oscuras, el cierre de una prisión)
A pesar de ser ahora un edificio institucional de la Ciudad de México, nunca dejará de ser el rastro de las desgracias más atroces, tanto por los delincuentes que cayeron allí como por la propia autoridad que ejercía la justicia a mano dura, despiadada sin control y sin piedad a ningún tipo de género, la razón que dá pié a que se nombrara como el «Palacio Negro» no es mito fue una cruel realidad de los que sobrevivieron traumatizados en una sociedad que no tuvo conocimiento de ley.
El Palacio de Lecumberri fue planeado con la idea de crear un lugar penitenciario que albergara a delincuentes de todos los géneros, hombres, mujeres y adolecentes vigilados permanentemente por una torre de 35 metros, en un inicio fueron 804 crujías, con celdas para un solo preseo con una cama y excusado, cada crujía tenia una celda de castigo con puertas de acero y una pequeña mirilla con la que se percibía un fragmento de luz, y se abría solo con intervención de un custodio, dichas celdas de castigo eran frías y oscuras en todo momento no tenían baño, eran utilizadas para los prisioneros de mala conducta, el sitio donde se les aplicaban correctivos infrahumanos.
Recordemos que amargamente en esa época hubieron personas que sin haber cometido un delito terminaban en Lecumberri, gente con demencia, esquizofrenia, a vagabundos, a mujeres prostitutas, homosexuales, neuróticos y personas que no controlaban la fiesta, personas que no habrían cometido delitos sin embargo, entraban en el carácter de la ignorancia, incluso quienes que fueron confundidos con alguien más y sin posibilidad de réplica habrían sumado la cantidad de presos en la penitenciaría, se cuenta que en algunos casos hubo extranjeros de orígen chino principalmente que al no entender el español ni mucho menos hablarlo terminaban detrás de los barrotes del Palacio Negro. Ya el hecho de estar en Palacio Negro tendría consecuencias desgarrantes para cada preso, pues carecía de toda privacidad, eran sometidos a tortura física como psicológica, se cuenta que la experiencia era aterradora para cada prisionero al punto de que podrían algunos perder la razón en ciertos casos, la vida.
Lecumberri tenía capacidad inicial de máximo 800 reos aproximadamente, en 1908 se autorizó una ligera ampliación en la construcción para albergar hasta 996 internos, sin embargo, la población de este oscuro penal llegó a contener a más de 3800 internos.
Entre los famosos reclusos que estuvieron instalados en Lecumberri se cuentan:
- Guillermo Lepe (asesino del actor Agustín de Anda, padre de Ana Bertha Lepe)
- David Alfaro Siqueiros
- Los líderes del movimiento del ’68 *Nota
- Pancho Villa
- Ramón Mercader (asesino de León Trotsky)
- José Revueltas
- Goyo Cárdenas (estrangulador de Tacuba)
- Francisco Guerrero «El Chalequero» (primer asesino serial de México)
- Heberto Castillo (político)
- Juan Gabriel (cantautor)
- Pedro Infante, destaca solo por visitar la prisión para cantar a los reclusos, no fue interno.
*Nota El doloroso anexo de los líderes del «Movimiento estudiantil de 1968» arrojó una cifra importante de jóvenes maltratados y asesinados dolosamente dentro de la penitenciaria.
El asesinato de un presidente de México frente al Palacio Negro
En 1913 el presidente de México Francisco I. Madero junto con el vicepresidente José María Pino Suárez, fueron asesinados camino a Lecumberri, fueron el «blanco perfecto» ya que en esos perímetros amurallados de la penitenciaría y el llano despoblado que envolvía la zona, se detonaba un silencio en la nada, hasta el momento que las armas dieron muerte a los dos diplomáticos, quienes fueron sepultados en la parte trasera del edificio de Lecumberri a solicitud de Victoriano Huerta, como dato curioso, Huerta habría obligado a firmar la renuncia de ambos a sus cargos políticos.
La famosa fuga de la prision de Lecumberri
Idea de la década de los 70’s El prisionero Alberto Sicilia paso noches continuas cavando un túnel subterráneo, dicho túnel fue alinieado lo suficiente para cruzar por debajo de la tierra la avenida Héroes de Nacozari.
El estadounidense Dwight Worker era un hombre condenado al tráfico de drogas, con la ayuda de su esposa Worker maquillado y vestido de mujer logró burlar a los custodios incluso, el 17 de diciembre de 1975 consiguió su acceso a los Estados Unidos luego de fingir ser una encantadora rubia. La pareja de los Worker, Dawight y Bárbara vivieron la experiencia de llegar a la pantalla, ya que su caso fué presentado por el canal de televisión National Geographic en un programa titulado «El Preso Extrangero» Dwight Worker, aprovechó su experiencia para describir lo vivido en el Palacio Negro atravez de su libro titulado «El Escape».
El Orígen de llamarlos «Jotos»
«Los Jotos» eran los afeminados de la crujía con la letra «J» debido a que Lecumberri se dividía en diferentes crujías dependiendo el delito, todas iban en función del abecedario, la distribución de las crujías por cada delito era de acuerdo a su gravedad de la siguiente forma:
- (A) Reinicidentes
- (B) Sexuales
- (C) Comisionados a Talleres
- (D) Lesiones y Homicidio
- (E) Robo
- (F) Salud
- (G) Fraudes
- (H) Nuevo Ingreso
- (I) Delitos Patrimoniales
- (J) Sin Asignación
Desde 1910 a los presos recluídos por homosexualidad, cualquiera con vestuario excéntrico, afeminado que se vinculara a delito, principalmente los llamados maricones que escandalizaban la vía pública eran recluídos en la crujía «J», con el tiempo y tras la órden e imposición en pasillos de algunos como <<Callen a los Jotos>> refiriéndose a los de la dicha crujía. La etimología tuvo algunas aristas argumentando que podía provenir de la derivada «sota» que en algunos países era mencioanda como «jota» como contaminación de la baraja inglesa.
En 1976, Lecumberri habilitó nuevas crujías habilitando sus torreones debido a la sobrepoblación, para entonces se contaban más de 5 mil reclusos. Las labores internas mantenían orden entre ellos con talleres y trabajo voluntario. Mientras tanto en los torreones las crujías eran especiales para instalar gente «no rehabilitable» asignando la letra «N» y para los activistas la «M» finalmente, para los extrangeros la crujía con la letra «O».
Mi testimonio
Mi padre de hoy 81 años fue camionero de transporte urbano, en la década de los 70’s el transporte más que hoy, carecía de alguna medida precautoria, no medidas de seguridad ni garantías, por un error de asistencia, terminó sus horas del día en «el bote» (cárcel) por fortuna, salió libre después de ser debidamente reclamado por su agrupación, sin embargo, no todos corrían con la misma suerte, en Lecumberri, esa década fue una de las más demandantes y cualquiera podría caer alli y abandonar el lugar con el trauma de nunca más pensar en ello, el trato, el proceso, el lugar, el ambiente, la degracia eran suficientes para no procesar el aislamiento de ese lugubre y oscuro penal.
Clausura de Lecumberri
A mediados de la década de los 70’s Lecumberri padecía de una nociva convivencia, los reclusos entre hombres, mujeres y todo tipo de géneros dieron al «Palacio Negro» contaminación y toxicidad, el alcohol, las drogas, los homicidios sangrientos, el exceso de promiscuidad, el no haber un control de la sobrepoblación de internos llevó a las autoridades a observar los riegos sanitarios que afectaban a la prisión y la dirigían al desastre. Lecumberri corría también serios riesgos de inundaciones constantes por el desnivel de la calle y a la cercanía de esta con el «Gran canal de desagûe.
El Palacio de Lecumberri está ubicado en el corazón de la Alcaldía Venustiano Carranza en el Centro de la Ciudad de México, fue construida el 9 de mayo de 1885 e inaugurada durante el gobierno de Porfirio Díaz el 29 de septiembre de 1900, en 1976 los presos se contaban por miles.
Debido a la corrupción y sobrepoblación, sobre todo por la fuga del narcotraficante Alberto Sicilia Falcón se determinó el cierre de la penitenciaría el 27 de mayo de 1977.
Hoy, las instalaciones del Palacio de Lecumberri se han convertido en el «Archivo General de la Nación» donde se guardan documentos históricos como el documento oficial de la «Independencia de México, La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, El documento oficial escrito en el «El Himno Nacional Mexicano» entre otros.
Muchas historias de horror fueron contadas por personas que sobrevivieron al maltrato extremo, personas que fueron recluídos en «El Palacio Negro» dieron testimonio de lo que allí vivieron, el desorden de la «justicia» impartida por la «ley del más fuerte».