Necronomicón, El Libro de los Muertos de H.P. Lovecraft
Howard Phillips Lovecraft el hombre que escribió sobre la ley de los muertos
Conocido también como El Libro de los Muertos «Necronomicón» nos despierta una muy particular curiosidad acerca de que existiera en algún momento un libro que hablara sobre los muertos, que aludiera en sí a la muerte misma.
Alguien lo hizo, pero no lo hizo ahora lo hizo en 1922, un hombre llamado Howard Phillips
Lovecraft quien tuvo la idea genial de citar en uno de sus libros la historia de un perro o el libro del perro, tal vez sin tener como claridad lo que haya escrito.
El libro «Necronomicón», es un grimorio con la etimología que sostiene Lovecraft, citando porprimera parte la palabra en griego antiguo «vekpoc» que significa muerto o «vopoc», que significa ley o norma, la imagen que habla de la ley sobre los muertos.
En una carta de 1937 dirigida a Harry O. Fischer, Lovecraft revela que el título del libro se le ocurrió durante un sueño Una vez despierto, hizo su propia interpretación de la etimología. A su juicio, significaba ‘imagen de la ley de los muertos’, pues en el último elemento (-icón) quiso ver la palabra griega εἰκών (latín icon), ‘imagen’
Eso defendiendo la historia o la teoría de Lovecraft y citándolo por parte de algunos aficionados que hablan de lo relativo, Es decir, no es una traducción literal, en realidad el libro de su forma original se titula UKitab Al-Azif (en árabe: ‘el rumor de los insectos por la noche’n escrito por un hombre, pero no el hombre de 1922 Howard Phillips Lovecraft, en realidad fue un hombre desconocido, un anónimo, una persona que estuvo caminando en el desierto por 10 años.
Este individuo caminó por días, semanas, meses, en los que imaginando y haciendo presencias inhóspitas en algunas áreas del desierto, haciendo invocaciones a los dioses, lo mismo para el bien o para el mal, conociendo entes, espiritus malignos que lo asechaban, como el rumor que en el folclore arábigo se atribuye a demonios como los «Yins – Genios y Gules – Demonios necrófagos» alrededor del año 730 d. C. por el poeta árabe Abdul Al-Hazred, de Saná (Yemen) de quien dice que murió a plena luz del día devorado por una bestia invisible.
Al-Azif era un poeta, Abdul era un hombre de bien, pero a pesar de ello, escribió y narró imágenes 700 años antes de Cristo relacionadas con los «Yins y Gules»
Necronomicón ha cobrado tanta fuerza como hablar de Al-Azif como un manual de los rituales a la magia oscura. Se dice que sobre el año 950 el UKitab Al-Azif fue traducido al griego por Theodorus Philetas y fue entonces cuando obtuvo este nombre de Necronomicón. El libro fue prohibido en 1228 por el Papa Gregorio IX, todos sus ejemplares fueron estrictamente guardados para no ser reproducidos.
Posiblemente porque la gente para entonces no estaba preparada para leer algo así, tratándose de un grimorio y por las demandantes creencias de pueblos completos, evidentemente había muchos muertos, y todas las muertes en su entorno eran atribuídas al grimorio, tomemos en cuenta que se lee con la predisposición directa al daño y esto genera sugestión, todo esto por que se dice que este leer este libro es causa de locura permanente o muerte.
¿Qué podemos pensar? ¿Podemos creerlo? ¿Tú lo creerías? Yo lo creo. ¿Y sabes por qué lo creo? Porque aún existen cinco ediciones de este Necronomicon guardadas herméticamente en puntos diferidos de la tierra, del planeta. ¿Por qué habrías de distribuir estas copias en
diferentes países? ¿Por qué harías estas versiones y las mandarías a diferentes lados? ¿Quién tomó la desición?
Este Necronomicon posee una pasta que causa impacto, se divide en cuatro partes bien diferenciadas, la primera, consta de 42 capítulos y cuenta las grandezas de los primigenios
narrando el esplendor de los dioses. La segunda, contiene 19 capítulos y habla sobre lo
acontecido en el año de la muerte y describe al temido Nyarlathotep Tóthep que es técnicamente un dios de lo malo. La tercera, es dividida en 36 capítulos y narra acerca de la magia, los rituales, los seres arcanos, los secretos, lo más temido, la magia negra. La cuarta y última parte no está dividida, describe lo escrito en el libro del destino. Anuncia lo que va a suceder en la «Sagrada Orden».
Y después de esta división y conjetura de este libro que está digamos, segmentado, tan dividido, ahora sí te puedo decir que algunos ejemplares se encuentran en la biblioteca de
Huntington en California, otro más en Argentina, otro más en la Universidad de Yali.
Dicen que en el archivo general de Simancas en Valladolid se guarda un ejemplar en castellano antiguo de una versión escrita por John Dee, la cual es una versión muy cercana a Necronomicón, este agrega frases escritas supuestamente del propio Abdul, que habría escrito antes de morir y que fueron traducidas por Haward Phillips Lovecraft


«Quien no está muerto lo que yace eternamente»
«A la fuerza de los iones también la muerte puede morir»
En 1927 Lovecraft escribió una breve nota sobre la autoría del Necronomicón y la historia
de cómo fue traducido.
En 1938, tras la muerte de Howard Phillips, fue cuando se pudo hablar ya de la historia del
Necronomicon. Él insistía en que Abdul Al-Hazred, era un personaje inventado por él insistiendo en que todo era ficticio.
Sin embargo, alguien que lo cita como un poeta y habla terriblemente también de su muerte, asegurando que Abdul Al-Hazred habría fallecido 38 años después de haber vivido en el desierto, caminado entre la oscuridad y la arena, entre su terrible acoso por los dioses y el mal y que habría muerto devorado por grandes especímenes, por monstruos gigantes.
En 1950, fue traducido por Theodorus Philetas adoptando un título ya oficial como el Necronomicón.
La realidad es que tanto Howard Phillips, Lovecraft como Abdul nos regalan imágenes totalmente extrañas y fuera de contexto y quien pueda ver este libro podría imaginarse el alarido de la muerte misma.
«A la fuerza de los iones también la muerte puede morir» muestra lo interesante que sucedió en la mente de este conocido por Lovecraft al igual que el loco árabe Abdul Al-Hazred.
Murió a plena luz del día devorado por una bestia invisible. Lovecraft abunda en datos por
hacer verosímil la existencia de este libro, citando como uno de sus compiladores a un especie de erudito iraní de nombre Kalalikán, que sí existió, existió realmente. Y es que es eso lo que hace que en la Edad Media cobre tanta fuerza y la gente pretenda pensar que sí existe este libro de los muertos y que nos puede trasladar en un viaje del griego antiguo al
latín.
Los ejemplares este grimorio y la historia de Abdul Al-Hazred o bien el libro de nombre original UKitab Al-Azif que significa «el rumor de los insectos por la noche» refiriéndose a al sonido que se emana en la oscuridad del desierto, un sonido que en el
folklore arábigo se atribuye a demonios y a espíritus malos que lo están rondando, eso es lo
que le pasó a Abdul, nada más 700 años antes de Cristo caminando en el desierto.
Necronomicon, el libro de los muertos, la creencia de los arcanos, del mal, de la magia, de la espiritualidad.
