El Grimorio de San Cipriano

El Grimorio de San Cipriano tiene por contenido una estructura de diseño gráfico que
alude a invocaciones de hechicería, de rituales, de magia negra, de magia blanca y todo lo relacionado al ocultismo.
El muy preciado Grimorio de San Cipriano contiene, inclusive, las fórmulas para realizar
un pacto con el diablo. Rituales que hablan de hacer un tratado con Satanás para hacer un
intercambio de poder de almas evidentemente, por medio de la sangre y para ello, inclusive, se decifran datos, se narra la existencia de unos musulmanes que habrían hecho citaciones con el diablo para encontrar tesoros escondidos, más de 174 tesoros tan solo en Europa, en España y en Grecia, todo eso está escrito en ese ejemplar.
Para ello, habría que citarse en un aquelarre como el que hicieran de acuerdo según la
leyenda que se cuenta.
San Cipriano de Antioquía no es como se confunde, con otro hombre que también se llamaba Cipriano de Cártago.
¿Qué sucede? Cipriano de Cártago sí fue un hombre muy importante, dedicado al clérigo y
como escritor romano que tuvo tantas obras relacionadas con la teología, con la filosofía. Inclusive se le adjudica a un tratado sobre El Padre Nuestro, involucrado inclusive en los evangelios, todo un teólogo filósofo Cipriano de Cártago, pero no es él, que además de todo fue un hombre que tenía gran fortuna y que sacrificó su ganado y tantas cosas para darle ayuda a la gente y dedicarse a lo que realmente le gustaba. Simplemente, Cipriano de Cártago, que no tiene nada que ver en este grimorio.
El citado, libro prohibido por la cultura general, es El Grimorio de San Cipriano de Antioquía. Y tú dirás, ¿por qué le llama San Cipriano? ¿Cómo es que un hombre que se ha dedicado al ocultismo, a la magia negra, a los rituales, a toda esa forma oscura, se hace llamar San Cipriano? La conversión ha sido muy drástica, pero también narrarla podría ser fácil, se trata de la vida de un hombre que nació en el siglo III, en una cuna de gente
ostentosa, con fortuna, con dinero, eso le da poder y le permite hacer viajes a
Grecia, a Egipto, a la India todos los lugares que visitó habría de ejecutar magia, es decir ocultismo.
Y es que la magia en aquellos tiempos, en tiempos ancestrales, sin duda no era como la magia actual, un ilusionismo, anteriormente podríamos pensar que un mago te convencía, te hacía creer, tiempos en donde Cipriano habría adquirido demasiado conocimiento sobre ello precisamente por sus práctivas, incluso de regreso a su país de Antioquía, ejercía la
magia de forma imparcial.
San Cipriano comienza ejecutando todos esos dotes y a proclamarse en su pueblo a
tener muchos seguidores creando un grimorio a partir del hastío, a partir de no saber ya qué hacer con tantos rituales de hechicería.
A partir del siglo XVIII su grimorio cobraría tanta fuerza que de ahí salen tantos aquelarres posibles, como el hecho de que en algún ritual hasta del rey Salomón participó hablando de la negromancia o por ejemplo el ciprianillo blanco en donde se habla de los tesoros escondidos o sobre los maleficios del mago de Artafirbes.
Dentro de todos los ciprianillos como le llamaron ellos, hubo uno para los religiosos, este ciprianillo es solo un derivado de lo que San Cipriano habría escrito, a partir del siglo XVIII se esparce de una forma inminente para entonces, habría impostores en muchos lados que dedicaban sus escritos acerca del grimorio de San Cipriano. Existe un escrito que se hizo acerca de los tesoros religiosos, de la muerte y sobre todo de los secretos del infierno, existe otro que se realiza en 1885 es una copia totalmente absoluta.
En 1885 Bernardo Barreiro de Vázquez Varela publica el libro de San Cipriano en su
modalidad de magia negra pero alguien publica entonces, Los secretos del infierno un libro en donde el emperador Lucifer y su ministro Lucífugo Rofoquel están mancomunados para la rambla de Cataluña, el titulado Los Secretos del infierno es exactamente igual al grimorio de San Cipriano, así de fuertes las copias.
Un ciprianillo iría dirigido exclusivamente a sacerdotes, frailes y monjas creado a principios del siglo XIX dirigido exclusivamente a ellos con la idea de que algunas frases tengan beneficio para los feligreses, decían ellos que era para curarlos del mal de ojo, para protegerlos de la adivinación, de la cartomancia, de la astrología según el argumento de los sacerdotes, frailes y monjas, así es como creció este gran grimorio.
¿Cómo es que se convierte en el millonario de San
Ciprián o en la edición de la rabina veneciana o en los secretos del infierno? Pues a partir de la forma en la que ha crecido tanto este grimorio, que empieza a proclamar su existencia por todos lados.
Al cumplir 30 años, Cipriano, es todo un maestro de la magia, del ocultismo se decía que para entonces ya estaba en el hastío, fastidiado y en algún momento lo que hace Cipriano es preguntarle a los propios demonios ¿Habrá una mujer para mí?
Durante su juventud Cipriano pudo haber sido iniciado en los misterios de Mitra o
tal vez pudo haber llegado a otros lugares como a los Misterios Eleusinos, incluso estuvo
proclamándose con instrucciones de astrología y numerología llegando a Alejandría con sus
conocimientos, es decir, de Alejandría a Salamanca y a cualquier parte del mundo pero siempre regresaba a Antioquía.
Al cumplir los 30 años, la leyenda cuenta que un día se le acercó un joven llamado
Agladio o Ágladas y este joven le preguntó por su vida personal, solicitó concederle el amor
de una hermosa y virgen, llegando a su vida una joven llamada Justina.
Justina la bella mujer que habría de enamorarse de Cipriano era hija de Hedesio y
Cledonia.
Cipriano cambia, porque a partir de Justina empieza a dosificar su mente y a sentirse libre de tanta hechicería, de tanta magia, Inclusive se dice que la familia de Justina es la que lo induce de alguna forma a conocer del catolicismo a inducirle la fé en Dios.
Y es que Cipriano estaba fastidiado de lo que había vivido porque en algún momento,
y ya cómplice de Justina, la historia cuenta que se fueron a vivir a una cueva en la que habrían presenciado sacrificios humanos.
El ocultismo había crecido tanto, se había proliferado tanto la magia de Cipriano que la gente estaba ejecutando sacrificios en animales y en humanos. Ahí es cuando llega el hartazgo de Cipriano y ahí es donde toma la mano de Justina y comienzan a acercarse a la religión, a la fe en Dios, de alguna forma renunciando a todo ese pasado que lo estaba agobiando.
Pero el mal tendría que aparecerse en algún momento o su realidad lo tendría que alcanzar de nueva cuenta, sucede que en algún momento cuando Cipriano ya está dedicado a la fe en
Dios, un emperador dioclesiano se acercaría de forma indirecta, este todavía no ubicaba el paradero de Justina y de Cipriano cuando les solicita algo extra que ya no es concedido.
San Cipriano no quiso más ser hechicero pero fue perseguido por un emperador insistente
Comienza la persecución. Mientras tanto Cipriano y Justina habrían logrado todo su
cometido tuvieron tiempos muy felices, más como cómplices que como pareja ya que es Justina la que lo lleva a ser primero un diácono, después crecería a ser un sacerdote y llega a ser el obispo de toda esa localidad. Siendo el obispo empieza la persecución aún de la mano de Justina.
El emperador dioclesiano le exige a Cipriano un sacrificio humano para tener fortuna, riqueza y fama, Por ahí se habla de que ofrecían sacrificios a Apolo en la ciudad de Nicomedia y es cuando los consejeros le informan que Cipriano ya no se dedica a eso, informando que ya predicaba la existencia de un único dios afirmando que los otros dioses ya eran demonios para él.
Enfadado el emperador dioclesiano y desafortunadamente después de una
larga travesía y de esa persecución, Cipriano y Justina son conducidos al tribunal de
Capadoccia donde se niegan a renunciar a su fé, después de estar en tribunales de
afirmando resistentes que solo existe un dios verdadero y que ellos serán y siempre serán
cristianos. El juez los condena a ser azotados primero, despellejados después.
Atanasio convence al juez para que sean llevados a la muerte, Antes de que se consolidara ese momento les hicieron arrojar una marmita con agua hirviendo, según se cuenta,
en esa ocasión no sufrieron quemaduras debido a un milagro de Dios y a lo que
se estaban dedicando. Sin emabargo, Cipriano y Justina no son perdonados, son
enviados a Nicomedia para que el emperador decidiera la forma en la que tendrían que ser
justiciados, llevados a la muerte.
En el año 304 D.C. el emperador dioclesiano ordena que Cipriano y Justina sean decapitados a la orilla del río Galo.
Dicen que en el momento de la ejecución un cristiano llamado Teoctiso corrió a abrazar a
Cipriano a darle las gracias por lo que había hecho pero lamentablemente fue ejecutado
también. A partir de ahí todos los días un grupo de cristianos trasladan el cuerpo de Cipriano
para buscar un lugar donde depositar sus huesos, al principio se dice que fueron trasladados a Roma después los llevaron al cuidado de una dama cristiana llamada Rufina, años después los restos de San Cipriano y Justina fueron llevados a la iglesia de San Juan de Letrán.
San Cipriano es venerado en todos lados con una celebración litúrgica surgiendo también
la fiesta de San Cipriano en donde toda la gente gusta de leer los libros y derivaciones del original, en busca de curarse de las brujerías, del mal de ojo de los hechizos que les hacen otras personas