noviembre 22, 2024

Cristina Vargas Mx

El Portal de los Relatos

Cacería de brujas

En memoria de los muertos

Tenemos que hablar bien de nuestros muertos, en vista de la partida invevitable y su desconección con el campo terrenal y la fortaleza de su espiritu para llegar a su nuevo campo astral, o su posible reencarnación o lo que les venga, así que de nuestros muertos tenemos que hablar bien, es una tradición apegada a los valores de cada grupo y de la sociedad en general, es cuestión de moral, y de esos términos, meramente espirituales, los familiares de quien ha partido buscamos la forma de referirnos correctamente a la persona partiendo claro, de un individuo común, no así de un asesino serial, un narcotraficante, un genocida etcétera, es más bien de los individuos que mueren en nuestro entorno, que entre la resignación de sus seres queridos hay un hueco que queda en las personas que le sobreviven y que cargan con su memoria, «era bueno, solidario, amigable» y demás, generalmente con respeto y cuidando de nuestras palabras y no por recibir una consecuencia a nuestras opiniones, simplemente por nuestros usos y costumbres como sucede en la mayor parte del mundo, si hubiera algún doloso tema relacionado con el occiso algunos apelaran en defensa con la frase «porque ya no puede defenderse» y claro que miles de personas fallecen dejando deudas morales, graves resentimientos o incluso problemas no resueltos, aún así dejamos la complejidad de su imágen y viene el «descansa en paz» aunque por dentro quisieramos verlos revolcándose en el puritito infierno.

La memoria de los muertos o su escencia es protegida en muchos países, en México tradicionalmente el 2 de noviembre es el «Día de los difuntos» y en su memoria, una serie de rituales apegados a las tradiciones del «Mictlán» (El más allá), invitándolos por medio de una ofrenda a que sus almas vengan a un paseo a lo que fué su vida en la tierra, a recorrer lo que acostumbraban en vida. Y es por la memoria de los muertos que en todos los rincones de la tierra se debe conservar un bello recuerdo.

catrina, la memoria de los muertos

Podemos vincular nuestro comportamiento con nuestras raíces, es tan importante la genealogía familiar que podríamos encontrar un foco rojo o un singular talento que hayan dejado nuestras ancestros, tías, abuelos tatarabuelos y el resultado puede ser sorprendente. Esta situación está muy vinculada con afecciones de orden moral sobre todo en las llamadas «brujas» que protagonizaron la era de la «Inquisición»

Inquisición en Hexenbürgermeisterhaus

He revisado mi árbol genealógico y he descubierto que en mis ancestros existía una bruja, así de complejo y grave puede resultar, ¿Cómo puedo vivir con eso? Me afecta demasiado dado que son mis raíces. El caso de la familia Krammer es la muestra, una vez que tuvieron el conocimiento y pudieron comprobarlo, dedicaron tiempo necesario a un proceso de investigación, había existido una «bruja» en su genealogía familiar por tanto, dedicaron cuerpo y alma a limpiar su imágen.

La historia se cuenta en Hexenbürgermeisterhaus un pequeño lugar universitario al noroeste de Alemania, este lugar pequeño conocido como Lemgo ubicado en noroeste de Alemania es conocido por las cacerías de brujas que se realizaron en entre 1583 y 1681, en este sitio hombres, mujeres y niños fueron ejecutados. familias completas por el nexo directo con las mujeres «herejes, poseídas y pecadoras» dado que los líderes religiosos de la llamada «Inquisición» no contemplaban eximir a ningún integrante de la familia sobre todo si se percataban del rechazo a la asignación de cualquier castigo, de inmediato se consideraban copartícipes de los actos.

Juicio por inquisicón

«La casa del Alcalde de las brujas»

Hexenbürgermeisterhaus posee uno de los inmuebles más famosos y conservados de la era de la cacería de brujas «Casa del Alcalde de las Brujas» fue construída por un comerciante local llamado Hermann Kruwel en 1568 con estilo renacentista Weser, en el siglo XVII fué habitada por el jefe de Lemgo Hermann Cothmann un aprovechado de las circunstancias políticas haciendose llamar «cazador de brujas» mandó aniquilar decenas de personas opositoras a sus designios, Cothmann fué jefe de Lemgo de 1667 a 1683 durante su mandato se encargó de supervisar, juicios, castigos, torturas y aniquilaciones, más de 200 mujeres fueron ‘quemadas en la hoguera de Lemgo’.

Actualmente, «Casa del Alcalde de las Brujas» conserva toda la escencia de los horrores de la «Inquisición» convertida en un museo, abrió sus puertas al público en 1926 y ha sido renovada desde 2007 para contar la historia de Lemgo.

Historiadores y aficionados a la Genealogía han cimentado las bases para determinar la cantidad de homicidios injustificados que se dieron en un tiempo aproximado de 50 años que tuvo como duración la cacería de brujas.

Casa de Alcalde de las brujas en Lemgo Alemania

Los Krammer limpian el nombre de su antepasado

Bernd Krammer, agente de policía retirado y aficionado a la genealogía, descubrió mientras investigaba su árbol genealógico que su esposa, Ulla, estaba relacionada con Krevetsiek.

«Cuando descubrimos que teníamos una supuesta bruja entre nuestros antepasados, me quedé inmediatamente sorprendido. Cosas como esas son un punto culminante en la investigación de mi familia», le dijo Krammer a la BBC.

«Mi esposa pensó de inmediato ‘¡pobre!’. Pero no tuvimos miedo porque sabíamos por la escuela que habían ocurrido muchas injusticias en Europa durante esos años».

Krevetsiek había sido acusada por su hijastro, que tenía seis años, después de que ella lo castigara con una paliza.

Los Krammer, que viven en Bremerhaven, a tres horas en coche al norte de Lemgo, creían que se debía hacer justicia a su pariente lejana, independientemente de cuánto tiempo hubiera pasado.

Margarete Krevetsiek, fue arrestada y acusada de conjurar y de intentar enseñar sus trucos a una joven en el verano de 1653. Confesó bajo tortura haber practicado brujería y fue quemada el domingo 10 de agosto de ese mismo año. Como concesión, las autoridades permitieron que la decapitaran primero.

La búsqueda familiar por parte de Ulla no cesaría hasta modificar la infamia en la historia de su familiar, después de todo siendo descendiente de los Krevetsiek llevó todo el proceso legal para limpiar el nombre de Margarete. en 2012, presentaron una solicitud formal al ayuntamiento para pedir la exoneración de Krevetsiek, 5 años después, el nombre de Margarete Krevetsiek y los nombres de todas las víctimas de los juicios de brujeria en Lemgo quedaron absueltos.

«Pensamos que era importante limpiar su nombre porque la injusticia, especialmente si ha sido cometida por el Estado o la Iglesia, debe corregirse, incluso después de mucho tiempo», dice Krammer.

«Cada caso que se saca a la luz evita que esas injusticias caigan en el olvido».

Ulla y Bernd Krammer

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