Los libros prohibidos con peligro de muerte
Codex Gigas
El Codex Gigas es un libro conocido popularmente como «La Biblia del Diablo», un manuscrito medieval escrito en latín sobre pergamino creado a principios del siglo XIII. Las características de este códice son excéntricamente superiores a las de cualquier libro en nuestras manos fácil de ser hojeado, de hecho, sus dimensiones hacen imposible el manejo de sus grandes páginas para portarlo, a partir de esto, resulta inconcebible que un lector cualquiera pudiera simplemente emprender su lectura.
Por sus dimensiones el Codex Gigas fué considerado como «Octava Maravilla del Mundo» debido a su impresionante tamaño 92 x 50.5 x 22 centímetros, lo que comparativamente podríamos relacionar con una portaequipaje vuelo para 1 semana, ¡imagínate! Evidentemente, consideremos que cada página en pergamino tiene su propio peso y tamaño.
El pergamino (pergaminum) es un material hecho a partir de la piel de cordero previamente eliminando la dermis y hipodermis para su escritura sobre la epidermis, su creación data entre el año 150 y 100 a.C.
Leyenda
Corría el año 1230 cuando un monje llamado Inclusus Hermanus Monachus posteriormente popularizado como «Hernán El Recluso» se hallaba recluído en una celda del monasterio de Podlažice en el centro actual de la República Checa, fué condenado a ser emparedado vivo tras quebrantar uno de sus votos, la transgresión hacia las leyes fué inminente por lo que fué juzgado y castigado, colmado de privaciones por órdenes del Abad, agregado a sus condiciones físicas, se dice que Hernán El Recluso era un hombre negro que pertenecía a la orden benedictina. En su irreverencia y para salvarse Hernán propone al Abad algo con que honrar al monasterio, sin embargo sería una propuesta imposible, se compromete a escribir el códice más grande de su época, prometiendo agregar a éste todos los pasajes de la Biblia incluyendo toda la sabiduría humana y además lo escribiría en una sola noche.
Después de ser burlado e ironizado por el Abad, Hernán comienza a escribir en su celda, pero a pesar de sus esfuerzos pronto empezará a amanecer, incapaz de poder terminar a tiempo, Hernán El Recluso realiza una invocación al diablo, para pedirle que guíe su mano y así pueda salvar su vida, Satanás acepta la negociación y como era de esperarse, pide algo a cambio, Hernán realiza una negociación con el ángel caído, este a cambio, pide dos condiciones, se quedaría con su alma y pide que su imágen demoniaca aparezca en una de las páginas.
A minutos de llegar la luz del día, El abad y su séquito caminan en el monasterio diridos a la celda del «Recluso» encontrando lo inexplicable, para su gran sorpresa el códice estaba terminado, el monje cumplió su promesa «El Codex Gigas» estaba concluído, largas frases, etimologías, pasajes biblícos, párrafos que citaban una versión vulgata de la Biblia, obras del historiador Flavio Josefo, narraciones del Arzobispo San Isidoro de Sevilla, The Chronicle Boemorum of Praga’s Cosmas, remedios medicinales no acorde con la época, encantamientos de magia y hasta una lista necrológica con nombre de personas que aún no morían, se sabe incluso, que gracias a esta lista de necrológicas se tiene una estimación de la elaboración de este gran ejemplar que pudo ser redactado entre los años 1204 y 1230. Los análisis caligráficos de la era moderna han podido corroborar que fué escrito por una sola persona que utilizó un solo tipo de tinta misma que pudo ser extraída de insectos machacados.
El Codex Gigas actualmente se encuentra resguardado en la Biblioteca Nacional de Estocolmo donde hasta la fecha ha sido minuciosamente analizado, el resultado principal de los análisis es que una sola persona tardaría en escribirlo aproximadamente 30 años.
En 1655 el códice estuvo a punto de ser consumido por el fuego debido a un fuerte incendio que devoró el Castillo de Suecia, se dice que fué un monje quien lo salvó de la destrucción lanzándolo por la ventana y cuando este cayó al suelo parecía planear un aterrizaje, la maldición lo protegía pues después de este incidente el Códex no sufrió daño alguno, aunque se sabe que esto es solo una leyenda porque en realidad el conocido como «la biblia del diablo» sufrió graves desperfectos.
Pero El Castillo de Suecia no fué el único en poseer este manuscrito ya que antes de llegar a la ostentosa biblioteca personal y llena de lujos de la reina Cristina de Suecia habria pasado por otras ambiciosas manos, la reina Cristina abdicó a su trono después de convertirse al catolicismo llevándose toda su colección excepto el códice.
Tiempo atrás un hombre con gustos extravagantes también tuvo en su poder el códex, Rodolfo II sobrino del rey Felipe II de España fiel imitador de su tío Rodolfo II acogió personajes excéntricos tales como el astrónomo Johannes Kepler, alquimistas y profetas autoproclamados. La ambición de Rodolfo lo llevó a tomar el códice aprovechándose de los graves problemas económicos que habria sufrido el monasterio benedictino en 1295, el manuscrito habria pasado de un monasterio a otro, primero al cistercience de Sedlec y luego al monasterio de Broumov. En 1594 Rodolfo ya lo tenía en su espléndida colección de objetos raros y curiosos lo que para el era una copilación de maravillas raras del mundo, entre estas rarezas un supuesto cuerno de unicornio, animales mutantes disecados, el esqueleto de un gigante y además «la biblia del diablo». En 1611 Rodolfo abdicó después de que su familia lo declarara loco, para entonces aparecería la ambiciosa reina Cristina de Suecia.
En 1796 Joseph Dobrowsky miembro de la Sociedad de Ciencias de Praga otorgó un manifiesto acerca del códex, un informe donde añadía la importancia del Codex Gigas en este, hablaba de que la información de su contenido era relevante para la historia de la región.
En 1819, el Códex Gigas fue restaurado, adquirido por la Biblioteca Nacional de Suecia para su resguardo, ahora forma parte de la exposición «Tesoros de la Biblioteca» su contenido ha sido digitalizado para ser exhibido en su página web.
